El perdón, un proceso tan difícil, sin embargo, no es para todos. La compasión, una cualidad que ayuda a apoyar a otra persona cuando está en sufrimiento o padeciendo alguna situación difícil ¿Sabías que el perdón no es obligatorio? ¿Te has preguntado por qué es tan difícil perdonar?¿la compasión podemos ofrecerla cuando no estos listos para perdonar?¿Puedo nunca perdonar a alguien y estar tranquilo? Sigue leyendo y descúbrelo.
El perdón es el deseo consciente de dejar atrás dolor o rencor. Y es importante entender que el deseo debe ser “consciente”, es decir, con plena decisión de querer soltar eso que uno siente por la otra persona. Este proceso puede nada tener que ver con la otra persona. Solo reflexiona” ¿Qué es en lo primero que piensas cuando dices “me lastimaste”?” ¿Verdad que en lo primero que piensas es en ti mism@? ¿Entonces por qué creemos que el perdón lo damos, cuando en realidad lo que quiero, es sanar una herida que el otro tocó y que quizás ya tenía
¡Exacto! De ahora en adelante piensa que ese gran regalo del perdón, no es algo que envuelves con un lindo moño para darle a la otra persona, es un regalo que te das a ti mism@. Es el regalo de volver a sentirte libre de amar, de amarte a ti mismo y de seguir adelante.
Ahora bien ¿Qué hago cuando por más que me esfuerzo no logro perdonar al otro? Primero, el perdón no es un proceso a la ligera, cómo implica una herida, implica dolor, o sea, duelo, lleva un proceso y entonces hace falta ser paciente y si la otra persona no puede esperar, entonces quiero presentarte otra herramienta valiosísima que puede ayudarte en esos casos donde el perdón es muy difícil: “La compasión”
La compasión, literalmente viene de un vocablo griego, que significa “sufrir juntos”, también puede definirse como: “el sentimiento de tristeza y temor que experimentamos cuando contemplamos algún sufrimiento grave e inmerecido y pensamos que también nos podría ocurrir a nosotros o alguno de nuestros allegados”
Entonces, es la oportunidad, que aún así, te das a ti de comprender el sufrimiento de la otra persona, a través del tuyo y de que, además, no es algo que debas quitarle tu u otorgarle para que esté mejor. El sentir que es mi responsabilidad dar el perdón, me puede poner en una postura superior al otro donde, a través de la culpa, puedo tener el poder del bienestar de la otra persona en mis manos, por lo tanto, la otra persona no estará bien, si yo no le devuelvo su bienestar, perdonandole o liberandole de esa culpa. Incluso en la compasión, es importante iniciar conmigo mismo, ver mi propio sentir y comprenderme. Entender que la otra persona se equivoca me da el derecho a mi de también poder comprenderme, que no soy perfecto, que soy humano y que estoy al nivel de la otra persona. No puedo perdonarte en este momento, pero si puedo tener compasión de ti al ver qué te equivocas y que me das la oportunidad de darme el tiempo que necesite para soltar esto que siento, por qué además, es solo mío. Y confío en que tú, podrás hacer algo con lo tuyo, si no haces nada, quizás también este bien.
Tener compasión por la otra persona me pone a su nivel, me ayuda a quitarme la responsabilidad de un problema que es compartido y que ambos sabremos que hacer, con la parte que nos toca.
No todo lo que nos sucede en esta vida, necesariamente es una obligación perdonar. Hay cosas muy difíciles para las personas; una violación, abandono emocional, humillaciones públicas, desamparo, etc. Y puede ser difícil para mí soltar ese dolor perdonando. Lo que puedo usar en ese momento es la compasión: “ me compadezco de ti por qué se que no tienes las herramientas para saber tratar a los demás como se merecen””me compadezco de mi por qué no me siento con la capacidad de soltar esto, al menos por ahora y comprendo que el proceso debe fluir de acuerdo a como cada quien va sintiéndose en este camino”.
Cuando eres compasivo, puedes más fácil seguir adelante, sabiendo que tienes la empatía por la otra persona, por se equivoca, por qué no tenía lo necesario en ese momento para enfrentar la vida y que tú no puedas perdonar, es tu manera de enfrentar la tuya.
Perdonar, no es olvidar, es más, muchas veces no tienes que olvidar lo sucedido, por qué recuerda que el dolor también nos enseña algo. Quizás, el deseo de olvidar únicamente nos quitará la oportunidad, sin darnos cuenta, de ese aprendizaje tan bello que es el dolor. Cuando íntegras el dolor a tu vida, cuando lo ves como un maestro, más que como un enemigo, entonces has madurado, has crecido y puedes preparar para trascender.
Si hoy en día es difícil para ti manejar el proceso de duelo, de dolor que tiene el perdón y quieres aprender a ser compasivo con la otra persona o simplemente trascender tu herida que dejó esa situación y no te sientes con las herramientas para lograrlo. Acércate con los especialistas de Transpersonal playa, estamos para guiarte en este difícil pero trascendental proceso, que es el proceso del perdón y la compasión.
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