El síndrome de alienación parental es un conjunto de síntomas, que se produce en los hijos, cuando el padre o la madre mediante distintas estrategias, transforma la conciencia del niño con objeto de impedir, obstaculizar o destruir sus vínculos con el otro progenitor, es decir, cuando provoca el rechazo del hijo al otro progenitor.
Podríamos decir que es similar a un "lavado de cerebro" para transformar la conciencia de sus hijos con objeto de impedir, obstaculizar o destruir sus vínculos con el otro progenitor. Este fenómeno está desencadenado por uno de los progenitores respecto al otro, tras un proceso de divorcio, ruptura o separación. También puede estar provocado por una persona distinta del custodio del menor (la nueva pareja, uno de los abuelos, un tío, etc.). Incluso, se han observado casos dentro de parejas que mantienen su vínculo, aunque son menos frecuentes.
Los hijos que sufren este síndrome, desarrollan un odio patológico e injustificado hacia el progenitor alienado que tiene consecuencias devastadoras en el desarrollo físico y psicológico de éstos. Para diagnosticarlo se proponen ocho síntomas recurrentes:
Una campaña de denigración al otro progenitor (un progenitor lesiona la imagen que tiene el niño del otro).
Racionalizaciones débiles, frívolas o absurdas para esta descalificación. El niño puede manifestar rabia intensa y quejarse de que el padre alienado lo trata mal, aduciendo, por ejemplo, que lo manda a acostarse temprano, o que no lo deja ver su programa favorito.
Ausencia de ambivalencia. Todo es bueno en uno de los progenitores y todo malo en el otro.
El niño adopta como propias las descalificaciones hacia el padre alienado, y niega la influencia de otros en sus creencias. Este fenómeno se ha denominado "pensador independiente".
El niño apoya incondicionalmente al padre alienante, sin cuestionar la validez de sus juicios hacia el padre rechazado.
El niño manifiesta ausencia de culpa por la crueldad esgrimida hacia el padre alienado, comportamiento que no sería permitido en otras circunstancias. "Mi papá me mandó un regalo para mi cumpleaños y yo lo tiré a la basura. Si me llama por teléfono, no le contesto". La madre avalaba esta conducta.
Hay presencia de argumentos "prestados" (o adultizados).
La adversión hacia el padre alienado se extiende hacia amigos o parientes de la familia.
Pero, que puedo hacer si mi hijo es víctima de alienación parental
Es necesario que el padre alienador reciba ayuda de un profesional para sanar esas heridas emocionales que probablemente tenga desde la infancia.
Promover la mejora de la relación entre ambos progenitores. Para ello, se puede recurrir a un profesional para que puedan llevarse lo mejor posible y actuar en beneficio de los hijos.
Mejorar la comunicación con los hijos para que tengan la confianza de expresar lo que sienten abiertamente y, así mismo, ayudarlos a superar sus miedos y resolver sus dudas.
Cada vez que se pretenda hablar mal de la expareja, recordar el profundo daño que esto le hace a los hijos y evitar hacerlo.
Mantener el contacto con los hijos, detectar y cubrir sus necesidades.
Llevar a los hijos a que sean evaluados por un psicólogo para detectar sus necesidades y resolver esos conflictos internos generados por el mismo síndrome.
Mantener claro y firme el objetivo de velar por el bienestar físico y psicológico de los hijos.
Conversar con el padre alienador de manera pacífica e insistir para que tome consciencia del daño que le está provocando a sus hijos y mantenerse firme en cuanto a que se lleven a cabo las reglas y normas establecidas como las visitas, el contacto telefónico frecuente con ellos, el mantenerse al tanto de lo que les ocurre, etc.
Mientras que en Psicología el Síndrome de Alienación parental no es aceptado como un trastorno psicológico, en el Distrito Federal el Código Civil Capitalino si lo tipifica como violencia familiar, de forma que quien incurre en esta falta pierde la patria potestad del menor y ve cancelado su régimen de visitas.
El artículo 323 Septimo del Código Civil del Distrito Federal establece que «Comete violencia familiar el integrante de la familia que transforma la conciencia de un menor con el objeto de impedir, obstaculizar o destruir sus vínculos con uno de sus progenitores» agregando que «… quien acredite dicha conducta, será suspendido en el ejercicio de la patria potestad del menor y, en consecuencia del régimen de visitas y convivencias que, en su caso, tenga decretado».
En virtud de dicha norma se aplicarán sanciones de seis meses a seis años de prisión.
En Quintana Roo este año el Congreso dio entrada a una iniciativa de reforma al artículo 983 del Código Civil para incluir la categoria de violencia intrafamiliar el concepto de la “alineación parental sobre hijos e hijas menores de edad”. que castiga con penas desde tres años de cárcel a los padres o madres que manipulen a los hijos en contra del otro, con el objetivo de provocarle desprecio o distanciamiento.
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