Muchas ocasiones no estamos conscientes del poder de influencia que nuestras palabras tienen sobre nuestros niños. Nos es sencillo nombrar a un niño como Hiperactivo, TDAH, tímido o peor aun malo. Cualquier etiqueta o mote que les digamos a los niños, no tiende a ser pasajero, si no muy por el contrario tiende a ser permanente y a darle una identidad negativa o limitante, pero mucho más haya encubre las dolencias de nuestros niños o las normaliza. En muchas ocasiones sucede