¿Cuántas veces has escuchado algo como: “¿Es que no es posible, parece que mientras más información hay, menos le hacen caso?” o “En mis tiempos de verdad no sabíamos nada y nos cuidábamos más”. Ok, Para ser honesta, sí, es cierto. En otros tiempos no contábamos con la información ni con los medios tecnológicos de alta difusión masiva (y si los había, simple y sencillamente el sexo no era un tema a tratar y mucho menos de alta difusión), sin embargo, uno de los grandes conflictos y retos por los que atraviesa la sociedad actual, es que ahora es taaaaaaanta la información que se tiene al alcance, que al parecer termina generando más incertidumbre que certezas. Y también, debemos considerar que en muchas regiones (especialmente en las zonas vulnerables de nuestro país). Hablar acerca de sexualidad, sigue siendo un completo tabú.
En realidad, es muy importante que tomemos en consideración que hablar sobre sexualidad, no solo implica hablar de genitalidad o de etapas de desarrollo, sino que requiere de una formación muy compleja que debe darse de manera paulatina y sistemática.
¿A que me refiero con esto?
Primero que nada, al entendimiento de que la sexualidad es un aspecto del ser humano que se expresa a lo largo de la vida pero que es en la adolescencia y juventud, donde toma su mayor importancia.
Pero entonces, ¿Qué es la Educación Sexual Integral?
Es un proceso que esta basado en los derechos humanos y que busca desarrollar y ejercer las competencias necesarias para poder poner en práctica la vida sexual, favoreciendo herramientas para que las personas puedan tomar decisiones de manera autónoma, responsable, saludable e informada.
¿Cuál es el objetivo principal de la ESI?
Proveer conocimientos, habilidades, actitudes, valores y destrezas para que se puedan entablar relaciones sociales y sexuales basadas en el respeto.
Proporcionar información adecuada con respecto al desarrollo cognoscitivo y fisiológico en cada persona
Comprender las distintas perspectivas de genero
Integrar aspectos psicológicos en torno a la sexualidad.
Cabe destacar, que estos conocimientos, no solo están basados en la idea de que cada persona pueda gestionar la información, sino también generar estados de consciencia en los que sea viable y factible poner en marcha la prevención de infecciones de transmisión sexual, el abuso sexual, y la discriminación hacia la comunidad LGBTIQ+ y la disminución de embarazos prematuros.
¿Cuáles son los beneficios de la ESI?
· Permite generar espacios confiables para hablar abiertamente sobre sexualidad.
· Permite que lxs niñxs, adolescentes y jóvenes, puedan tener información confiable y no estigmatizante o estereotipada.
· Permite que lxs niñxs, adolescentes y jóvenes, puedan crear su propia escala de valores, criterios y herramientas para poder lidiar con los tabúes pudiendo determinar y decidir sobre su cuerpo de manera libre y sin forzarse a la clandestinidad.
· Permite que se diseminen orientaciones, identidades y expresiones, provocando que lxs niñxs, adolescentes y jóvenes de la comunidad LGBTIQ+ no se sientan culpables, aisladxs, o rechazadxs.
¿Qué vamos a lograr con la ESI?
Las evidencias actuales, ponen en manifiesto que, cuando lxs niñxs, adolescentes y jóvenes han sido expuestxs a mayores fuentes de información que es de calidad, no solamente retrasan la edad en la que inician la actividad sexual, sino que al hacerlo, resulta una experiencia responsable, segura, protegida, consensuada y que les brinda la oportunidad de no ceder a la presión, de mantener claridad en su proceso de crecimiento y desarrollo y por tanto, se favorecen otras áreas (educativas, sociales, familiares, etc), permitiéndoles el cumplimiento de metas y propósitos de vida, que a largo plazo da como resultado, personas conscientes, preparadas y satisfechas no solo con su vida sexual sino con el bien común en general.
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