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Patrones de conducta

¿Has notado en tu vida como muchas veces tiendes a repetir situaciones, eventos o hasta repetir las mismas cosas en las relaciones de pareja que ni te imaginas como es que llegas ahí sin darte cuenta? Desde repetir una persona, aunque sea en potro cuerpo, hasta repetir lo que hacía tu familia y que tu no veías con buenos ojos. Pues eso mi querido lector, se llaman patrones de conducta y es que vienen de patrones mentales. No todo es tan malo, no todos los patrones son negativos, algunos son muy constructivos y es lo que vamos a descubrir.

Un patrón de comportamiento puede ser constructivo o destructivo, y tiene cuatro componentes: 1) Pensamientos creencia e ideas. 2) Emociones, sentimientos, estados de ánimo e imágenes. 3) Conductas y comportamientos, y finalmente. 4) Reacciones corporales; que cuando el patrón es destructivo genera tensión, poca energía, temblores, estrés; se afecta a los demás y se rompen relaciones, etc.


Cuando los patrones son constructivos y conllevan conductas apropiadas a la situación, experimentamos sentimientos de paz y seguridad, actitud firme, palabras claras, con un tono de voz y volumen apropiado. Las afirmaciones y juicios se basan en hechos comprobados y se aprecian las cosas como realmente son. Los patrones de conducta destructivos representan todo lo contrario.

Características de los patrones de conducta


  • Pueden ocurrir de manera voluntaria e involuntaria

  • Dependen en gran medida de las normas sociales, y valores de la sociedad donde se desarrolla el individuo

  • Evolucionan dependiendo de la capacidad adaptativa de cada persona para poder integrarse

  • Los patrones son únicos e individuales, pero presentan elementos similares con el comportamiento en sociedad


Repercusiones emocionales de los patrones de conducta

Los patrones de conducta no solo afectan las interacciones sociales y las decisiones cotidianas, sino que también tienen un impacto significativo en la salud emocional y psicológica de las personas. En función del tipo de patrón, las repercusiones emocionales pueden variar, pero algunos efectos comunes incluyen:

  • Ansiedad y estrés. Los patrones de conducta evitativos o perfeccionistas pueden generar altos niveles de ansiedad y estrés, ya que las personas sienten que deben cumplir con expectativas poco realistas o evadir situaciones difíciles.

  • Baja autoestima. Las conductas dependientes o perfeccionistas pueden contribuir a una baja autoestima, ya que las personas sienten que no son capaces de tomar decisiones solas o que no alcanzan los estándares que se imponen.

  • Frustración y resentimiento. Estas sensaciones las encontramos en aquellos patrones de conducta marcados por la agresividad, que genera sentimientos de frustración, enojo y resentimiento, tanto en la persona que los exhibe como en aquellos que interactúan con ella.

  • Sentimientos de vacío o desconexión. La impulsividad y la evasión contribuyen a generar esta sensación de vacío o desconexión, ya que estas personas no logran establecer relaciones profundas o satisfactorias. La falta de control sobre los impulsos puede llevar a decisiones que, a largo plazo, no contribuyen al bienestar personal.


¿Cómo cambiarlos?

  1. Identifica los patrones de pensamiento que quieres cambiar;

Haz una lista de al menos tres patrones autodestructivos que sabes que necesitas eliminar de tu vida. Luego los enumeras, de modo que el 1 sea el más prioritario y el 3 el menos importante. Recuerda, vas a trabajar un solo hábito a la vez y no con varios pensamientos negativos, para que el estrés no te haga claudicar.

  1. Toma consciencia de no repetir el patrón de pensamiento que quieres modificar

Es normal que, con el tiempo, caigas en la tentación. Para facilitarte esta tarea, te recomiendo que por cada vez que logres hacer evitar caer o que realices la actividad que quieres convertir en hábito, hagas una seña de autofelicitación, como un vitoreo, un ¡sí!, un aplauso, algo que te anime; para que tu cerebro se sienta recompensado. Esta es la gran clave para crear patrones mentales sanos.

  1. Crea una rutina

Para que tus neuronas se dispongan a crear una nueva vía de comunicación que alimente mejores patrones de pensamiento, debes hacer la actividad de manera consciente y continua. Recuerda, conectar esa acción con una emoción como la alegría, para que tu cerebro recurra a ella cada vez que practiques dicho hábito.

  1. Repite el patrón hasta que lo hagas de manera inconsciente

Sé que es difícil, habrá momentos en los que querrás claudicar. Por eso, lo recomendable es siempre asociar la actividad con una recompensa, para que cada vez que tu cerebro reciba la notificación de realizar la tarea para tus nuevos patrones mentales, lo haga con el entusiasmo de ser premiado.

De esta forma, llegará un punto en el que lo harás de manera inconsciente, ¡y tus nuevos patrones de pensamiento estarán completamente instaurados! Es muy importante confiar en los especialistas, la terapia cognitivo conductual y la terapia sistémica estratégica son las mas efectivas para modificar dichos patrones y comenzar a vivir de manera mas sana. Confía en nosotros, agenda una cita en transpersonal playa. 




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