Nuestro cuerpo está compuesto por células, las cuales entre sus funciones es producir energía necesaria para el buen funcionamiento de nuestro organismo, para obtener esta energía utilizamos oxígeno y los nutrimentos que contienen los alimentos (hidratos de carbono, grasas, proteínas) es un proceso llamado “respiración celular”. Sin embargo a veces a veces la naturaleza tiene aspectos contradictorios, aunque ese oxigeno es imprescindible para nosotros, su uso en la respiración celular dará lugar a unos compuestos llamados “radicales libres” que tienen efectos perjudiciales para la salud.
Hasta hoy en día los radicales libres, aparte de reclutar nuevos miembros a su grupo, no han parecido tan malos. El problema es que al transformar radicales libres esas moléculas que se van encontrando por nuestro cuerpo, alteran sus estructuras, funciones y esto va a tener efectos en nuestro organismo. Por ejemplo, cuando los radicales libres atacan-oxidan al “colesterol malo” (colesterol LDL), este se transforma en colesterol LDL oxidado, que se acumula más fácilmente en nuestras arterias y empieza un proceso que conduce a la formación de la placa de ateroma. En concreto, un exceso de radicales libres se ha relacionado con la enfermedad cardiovascular, procesos neurodegenerativos como el Alheizmer, enfermedades inflamatorias, o ciertos tipos de cáncer. A veces, los radicales libres son una causa directa de estas enfermedades y, otras, la propia enfermedad aumenta la producción de radicales libres, que contribuyen a agravarla. En cualquier caso, en estas enfermedades siempre existe un exceso de radicales libres, es muy importante saber que se pueden combatir estos radicales con sustancias llamadas “antioxidantes”.
El grupo de alimentos más rico en antioxidantes son las frutas y especialmente las frutas del bosque, la fresa, uva, ciruela, granada. También hay bebidas con un alto contenido en antioxidantes: el vino, el café y té. Ciertas verduras aportan antioxidantes del grupo de carotenoides por ejemplo: tomate, pimiento y zanahorias.
Es muy importante hacer un uso adecuado de los antioxidantes para que estos puedan ser absorbidos correctamente, por lo cual se debe tener un plan de alimentación bien equilibrado, para satisfacer las necesidades de nuestro organismo, por lo que es necesario consultar a un profesional.
