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HIJOS: Expectativas contra Realidad


Todos tenemos idea de cómo quisiéramos que sean los hijos. Antes de nacer les predominamos el deporte que hará porque a alguno de los padres le gusta, queremos que tenga muchos amigos en la escuela y a donde vaya tenga la facilidad de socializar con gran cantidad de niños, queremos que sea más cariñoso y nos llene de abrazos… ¿y si resulta que con dos o tres amigos en la escuela se siente bien? No necesita llevarse con todo salón, necesita crear vínculos sociales con los que se sienta correspondido y feliz ¿qué tal y no demuestra su afecto con abrazos a cada rato? pero lo demuestra de otra manera porque se siente más cómodo expresando su afecto con ayudar en casa, confiándonos sus secretos, con dibujos o cualquier otra expresión no verbal.

En consulta suelo decirle a mis niños que hay cuestiones negociables y otras que no y ¿por qué no aplicarlo para los padres en este tema? hay expectativas negociables y otras que no.

Sí puede hacer amigos con facilidad pero prefiere socializar con pocos, sí es cariñoso pero con expresiones que a él le agrade y se sienta cómodo, sí quiere practicar tal deporte pero como una actividad familiar más que un pasatiempo, sí le gusta ir a ballet pero no quiere ser primera bailarina solo quiere divertirse...

Está bien tener expectativas porque es una forma de manifestar que queremos lo mejor para ellos pero debe tener un límite y lo ponen los hijos con sus necesidades, gustos, limitantes físicas, etc.

Psic. Alexandra

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