La deficiencia de nutrientes puede conllevar a un problema de salud grave como lo es la desnutrición, que no solo se relaciona con una alimentación pobre en nutrientes como las vitaminas, minerales, proteína, carbohidratos y grasas, también puede resultar debido a un problema de absorción intestinal o enfermedades como el cáncer en donde la demanda de nutrientes es elevada y la sintomatología puede causar una ingesta insuficiente de alimentos y por ende de nutrientes.
El cuerpo siempre tratará de encontrar la estabilidad en los procesos necesarios para el buen funcionamiento por lo que durante un proceso de deficiencia las funciones se alteran para crear mecanismos compensatorios.
Si hablamos de desnutrición infantil las adaptaciones del cuerpo pueden tener como consecuencia el detenimiento del crecimiento y desarrollo. Se puede evaluar la gravedad de la desnutrición tomando en cuenta la relación entre su peso y estatura junto con otros signos clínicos como la #delgadezextrema, grasa corporal reducida, cambios en el cabello, #anemia, rostro, entre otros.
Pero en realidad ¿cuáles son los factores que pueden llevar a un problema de salud como lo es la desnutrición? la pobreza es unos de los principales factores junto con la falta de trabajos o analfabetismo en la población, las desigualdades sociales que son encontrados principalmente en países en desarrollo. La #desnutrición puede ser secundaria a un proceso de enfermedad por lo que llevar un protocolo de alimentación es de vital importancia para mantener un sistema inmunológico estable.
En conclusión las estrategias nutricionales dependen de la gravedad y las alteraciones específicas encontradas en las evaluaciones medica y nutricional, si hablamos de todo el proceso en general la importancia radica desde el embarazo para poder evitar recién nacidos con bajo peso al nacer ya que si esto continua pueden existir retrasos en el crecimiento; las deficiencias en estos hábitos pueden continuar en la etapa adulta por lo que puede repetirse todo el proceso de generación en generación.
La alimentación adecuada en el embarazo, lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida, alimentación complementaria adecuada junto con la vigilancia del crecimiento son estrategias que pueden aplicarse a la población infantil quienes son más vulnerables a esta deficiencia debido a que su alimentación depende de sus cuidadores y si ellos cuentan con una educación nutricional deficiente la probabilidad de encontrar este problema de salud es elevado.
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