De un tiempo para acá me ha llamado la atención como entre la gente o medios de comunicación, nos imponen una nueva anotación a la lista de deberes. Que esta ligada a la “POSITIVIDAD TOXICA” donde supone que tienes que seguir con tu vida pese a todo, y, no suena mal la idea, si no fuese porque dentro de ella se enfoca en ignorar la realidad, y es que todas las personas pasamos por momentos agradables y desagradables, y negar que esto es así, no es para nada saludable para tu mente, sino todo lo contrario. La positividad tóxica es una forma de imponerte una actitud FALSAMENTE POSITIVA, exagerando un estado feliz y optimista a cada momento pase lo que pase, lo que nos lleva a silenciar nuestras emociones negativas, nuestra realidad y nuestra vida. Y, ¿qué pasa entonces sí, alguien muere? “sé fuerte”, y, ¿si algún sueño no se concreta? “no era para ti”, y, ¿si sufres por amor? “no te merecía”; SÍ, PUEDE QUE SÍ A TODO ESO, sin embargo, la realidad es cuando algo negativo sucede, vendrá acompañado de pensamientos y emociones negativas y entonces SÍ, esta bien estar mal. Es parte de la naturaleza y los momentos de crisis son momentos de oportunidad, pues ¿quiénes fuéramos si no tuviéramos variantes en la vida?, estos momentos nos dan fortaleza, sin embargo, para generarla hay que aprender de ella como viene.
Hay una tendencia constante en las redes sociales a mostrarnos perfectos que resulta agotadora y que no es real; no creas todo lo que ves o te dicen, cada uno tiene el poder de elegir como llevar su vida y como dirigir su forma de actuar y pensar. Si hubiera más honestidad en cuanto a las vulnerabilidades, nos sentiríamos más libres a la hora de experimentar todo tipo de emociones. Somos humanos y tenemos permitirnos sentir todo tipo de emociones. Está bien no estar bien, no podemos ser positivos todo el tiempo.
Como herramienta funcional es recomendable aceptar todas las emociones, en lugar de suprimir aquellas nos hacen sentir mal, pues todos pasamos por momentos de bienestar y malestar, escuchar nuestras necesidades internas y procurar gestionarlas según nuestra personalidad, deseos, o forma de sentir.
La presión a sentirnos siempre bien puede ser fuerte, pero bloquear la tristeza no ayuda. No se trata de no ser positivos, sino de validar cómo nos sentimos en cada momento incluso cuando no estamos bien, si le das tiempo a esa emoción y procuras sentirla y aceptarla podrás notar que ella misma te “hablará de su necesidad”, por ejemplo si estoy triste ¿qué necesito?, llorar, hablar, ser escuchado.
"Cuando alguien te comparta sentimientos negativos, en lugar de apresurarte a hacer que esa persona se sienta mejor o piense de manera más positiva ("Todo estará bien ..." [y cambias de tema]), intenta tomarte un segundo para reflexionar sobre su malestar o su miedo y haz todo lo posible por escuchar".(Stephanie Preston)
Ya resulta bastante aislante estar en un lugar emocionalmente difícil; cuando la gente trata de silenciar esas emociones, especialmente amigos y familiares, duele mucho. Escuchar a alguien que sufre puede marcar una gran diferencia en sus vidas.
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