Poco a poco se despertado el interés por abandonar los modelos de crianza que se basaban en el uso de castigos corporales, y correcciones que implican la exhibición, humillación o des confirmación, así como el rechazo, además de basar la comunicación en un estilo autoritario, que mantiene el distanciamiento entre los integrantes de la familia. Tenemos una cultura de la crianza basada en miedo y en el abuso.
Hasta aquí todo parece que va bien … sin embargo, no es lo mismo la intención que ponerlo en práctica.
Muchas veces cuando intentamos alejarnos de algo que nos lastimo o consideramos que es malo, nos vamos al extremo contrario, tal cual ha pasado en ocasiones con la crianza. Caemos en prácticas permisivas que no establecen ni límites ni reglas claras, tenemos el miedo de lastimar a nuestro hijo y nuestro estilo de crianza se vuelve negligente, formando hijos que o bien son inseguros o prepotentes tiranos que mantienen sometidos a los padres.
Por otro lado, aparecen gurús de la crianza que satanizan critican todas las practicas, así como las prohibiciones de uso de la violencia, que satanizan a toda practica que a su parecer no sea respetuosa del libre desarrollo del infante… y aunque en teoría parece tener razón, se vuelven reglas morales que persiguen y convierten en monstruos a todos los para que se encuentran en el camino del aprendizaje o que tienen métodos correctos, aunque diferentes.
El principal error en el que se ha caído es en nombrar todo lo que no debemos hacer como padres y prohibir todo método o herramienta que se tenía para llevar la crianza, y cuando nos enfrentamos a los problemas de la crianza ,… olvidaron dar nuevas herramientas efectivas y sobre todo trabajar con nosotros mismos, más que como producto de una crianza del miedo, como una persona que aun hoy necesita crecer sanar y aprender a vivir y reconciliarse con la vida, cosas que muchos modelos actuales y milagro también olvidan. Y ante este panorama, uno duda cuando escucha crianza bien tratante.
Cuando hablamos de crianza bien tratante, no nos referimos de un modelo único, ni un modelo mágico todo poderoso que nos va a mostrar la verdad ultima sobre la crianza, por el contrario, son todos aquellos modelos de crianza y prácticas que están centradas, en el desarrollo pleno del menor, buscando su sobrevivencia y posteriormente independencia y autonomía en la vida adulta, pero sobre todo el aprender a ser un adulto feliz.
Las crianzas bien tratantes o del buen trato, buscan algunos valores como la paz, dignidad, tolerancia, libertad, igualdad y solidaridad y además buscan el fortalecimiento del vínculo y tener un apego sólido y sobre todo afectuoso, que genere resiliencia en el niño, pero también en los adultos, porque al final, la familia alimenta emocionalmente a todos sus integrantes y el fin del buen trato es liberar al oprimido, pero al liberar al oprimido también se libera el opresor. (no se parece a lo que decía Freire, mi “idol” Paulo Freire lo decía y hasta el día de hoy todavía lo creo firmemente). El decidir vivir en el buen trato es no solo adoptar una filosofía de vida, si no aprender a cuidarnos mutuamente nuestra salud emocional y nuestro cariño como familia.
Al final suena muy bien todo, pero y como empezar… Aquí te dejo unas buenas ideas para iniciar el buen trato en tu familia, no solo como crianza si no como estilo de vida.
· Celebrar las fechas importantes en familia, las ocasiones importantes, y no reducirlo a cumpleaños o a graduaciones, también, los cambios de trabajo de papa, aumento de salarios de mamá, el 10 de tu hija mayor, el que tu hijo menor aprendió a caminar, todo logro y reto superado es digno de celebrarse, no necesitas fiestas, una salida a la playa, un día de campo en domingo, o el baile de la victoria son perfectos.
· Si pudieras encontrar espacios, para contar historias, para platicar, para sentarse y verse uno al otro siempre serán de gran importancia. Puede ser el café, o bien puede ser en el carro y con el reproductor de música. Lo importante es que lo aproveches para convivir y enseñarle poco a poco tu forma de ver el mundo y las cosas importantes de la vida.
· Pregunta antes de actuar, pregúntale porque tomo las decisiones que tomo, que fue lo que sucedió, para que lo hizo, y hazlo tranquilamente, escucha primero y después sabrás mejor no solo que sucedió sino también como actuar.
· Escúchalo ,.. aunque no parezca importante, recuerda que todos siempre buscábamos ser escuchados, y no hay persona más propicia para escucharlo que tú.
· Antes de que se equivoque o lo tengas que corregir, avísale, alértalo, enséñale, siempre que puedas adelántate y explícale sobre los errores y peligros a los que posiblemente se pueda enfrentar.
Y recuerda se vale pedir ayuda y mejor si es de un profesional, que te ayude a alcanzar tus metas y cambios que deseas, así como el desarrollo que tú y tu familia merecen.
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