Hola!! Que gusto saludarte de nuevo, hoy traigo para ti un artículo que te puede ayudar a decidir el tipo de crianza que quieras adoptar para tus hijos. No importa que ya hayas tenido algún otro método, si consideras necesario cambiar, hazlo, nunca es tarde. En realidad, el tipo de crianza que utilicemos para criar a nuestros hijos, influye de manera importante en el desarrollo de su personalidad y su futuro, por esto la importancia de conocer acerca de la crianza democrática o positiva.
¿ Alguna vez haz escuchado acerca de la CRIANZA POSITIVA?
La crianza positiva es un estilo educativo basado en el apego seguro. Donde los padres se esfuerzan por crear un vínculo fuerte con sus hijos, fomentando una relación de respeto mutuo y comprensión.
El objetivo es educar a los hijos para que se desarrollen de forma adecuada, para que sepan relacionarse con los demás de forma constructiva y no violenta.
Este tipo de crianza tiene muchos beneficios en el desarrollo del niño, algunos de ellos son:
Aprende a respetar y tolerar a otras personas. Lo que mejorará su forma de relacionarse con sus compañeros del colegio o con los otros niños del parque.
Desarrolla la independencia.
Adquiere valores como la responsabilidad, la cooperación y la proactividad.
Regula sus emociones de una forma adecuada, aumentando su tolerancia a la frustración cuando las cosas no salen como él quiere. Aplicando la crianza positiva, tu hijo apenas tendrá rabietas y tendrá más habilidades para poder ponerse en el lugar del otro.
Mejora su autoestima y la seguridad en sí mismo.
Aumenta sus logros académicos.
Resuelve adecuadamente sus conflictos, utilizando el diálogo y la empatía.
CONFIANZA: Piensa que tu hijo es una persona en desarrollo, escucharlo y validar su sentir y pensar es un punto importante para que desarrolle la confianza.
ESCUCHA: Deja que te cuente sus cosas y cuéntale tú las tuyas. Fomenta los momentos de diálogo sincero entre los dos, porque así crearás un vínculo cercano.
EMPATÍA: Como mencionamos anteriormente es una personita en desarrollo que no piensa y percibe las cosas igual que tú, cuando te cuente lo que vive, siente o piensa, valídalo, ponte en su lugar, intenta comprender su comportamiento, sin juzgarlo, pregúntate, ¿qué necesita aprender con esa experiencia?, Déjale algo positivo en su aprendizaje.
NECESIDADES: Muchas veces lo que necesitamos no sabemos cómo identificarlo o expresarlo, y ellos apenas están aprendiendo, intenta identificar que necesita cuando llora, cuando grita, cuando se enoja, etc. Y aprovecha esa situación para que aprenda a expresarse de manera adecuada y sana. Por ejemplo:, “si tienes hambre no es necesario que me grites que te de algo, pídeme por favor lo que gustes comer”. Al igual que cuando tu necesites algo de tu hij@, exprésalo de manera adecuada, bajo control.
LIMITES: Cuando requieras marcar algún límite, después de explicar que es lo que necesitas o esperas de la persona, puedes mencionar sin amenaza cual puede ser la consecuencia de si se realiza o no la conducta deseada, así en lugar de ser un castigo, la consecuencia fue explicada con anterioridad y por efecto cae en consecuencia, así puede aprender de lo sucedido sin sentirse agredid@.
Gestión Emocional. Ayúdale a poner nombre a las emociones que siente, enséñale cómo puede identificarlas para después mostrarle cómo las puede expresar sin hacerse daño él ni hacer daño a otras personas.
HABLAR EN POSITIVO: Intenta hablar más de lo que si esperas o necesitas y de como lo puede realizar, que lo que no quieres o deseas. Por ejemplo en lugar de decir “no te subas ahí porque te vas a caer”, podrías decir, “camina por este lado, es mas seguro” usando lo menos posible los “noes”.
Si en el trato que le das al menor hay comunicación, respeto y aprecio, y logras hacerle sentir valios@, podrás darte cuenta de todos los beneficios que obtendrá para un crecimiento sano y exitoso.
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