La sexualidad es una importante dimensión de la vida humana pues involucra como un factor de enriquecimiento permanente, así pues, la persona que vive una sexualidad saludable experimenta su sexualidad como parte de su personalidad e identidad, contemplándose como elemento básico en la feminidad o masculinidad, de la auto imagen, de la autoconciencia, del desarrollo personal, así como, una de las necesidades humanas que se expresa a través del cuerpo que se manifiesta en todas las esferas de su actividad diaria formando parte del deseo para la satisfacción personal. De igual manera, la sexualidad estimula las necesidades de establecer relaciones interpersonales significativas con otros.
A través de las relaciones interpersonales se intercambian opiniones, se reafirman conceptos e ideas, se debate y se consolida el proceso de construcción del desarrollo sexual que generalmente ocurre en el periodo de adolescencia participan factores como el proceso madurativo que inicia con la aparición de los caracteres sexuales (proceso puberal), la aceptación de la imagen corporal, el descubrimiento de las necesidades sexuales, el desarrollo de la personalidad, el aprendizaje de las relaciones sexuales y el establecimiento de un sistema propio de valores sexuales, todo ello mientras el adolescente está sometido a la presión ejercida por su grupo de iguales o a las reacciones de sus padres ante ese desarrollo sexual.
Así pues, la asertividad es una habilidad personal que ayuda al individuo a comunicar deseos, opiniones, sentimientos, preferencias, necesidades, sin menospreciarla, forzarla o usarla. Así pues, la conducta asertiva referida a la sexualidad involucra la capacidad que la persona tiene para decidir el inicio de su vida sexual, rechazar actividades sexuales no deseadas, así como expresar su intención ante el empleo de métodos anticonceptivos, por lo que, es necesaria la conciencia de uno mismo como ser sexual, lo cual involucra un conjunto de habilidades conductuales para obtener satisfacción sexual de uno mismo y de su pareja. De igual manera, la sexualidad permite el reconocimiento del “otro” a partir del contacto subjetivo y emocional, así pues, la conducta asertiva también dirige al sujeto a sus acciones hacia el encuentro para darle continuidad y disfrute a su existencia.
Así pues, el comportamiento sexual se considera una práctica por el hecho de ser construido y compartido socialmente, lo que remite a la elaboración de las imágenes, sentidos y significados atribuidos al ejercicio de la sexualidad. Por lo que, las conductas sexuales de riesgo son todas aquellas situaciones que tienen el potencial de provocar daños en el desarrollo de la persona, y además tienen la capacidad para afectar el bienestar y la salud integral del individuo, de igual manera, hacen más probable la incidencia de situaciones nocivas para el sujeto como es el caso de la práctica de relaciones sexuales sin condón o habiendo consumido licor, la promiscuidad, etc. Sin embargo, están conductas de riesgo no están basadas necesariamente a la falta de conocimiento respecto a la práctica saludable de la sexualidad sino a una serie de factores sumamente importe como la experiencia emocional, las habilidades comunicativas, las características personales, la toma de decisiones, las percepciones, las creencias y las actitudes frente a la sexualidad.
Otro factor sumamente importante en una sexualidad saludable; involucra el nivel de comunicación familiar, el monitoreo del comportamiento, la calidez, la cercanía de la familia influencia sobre conductas sexuales de adolescente.
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