Se denomina actualmente #pornografía al uso de imágenes de desnudos o actos erótico-sexuales explícitos que tienen la intención de estimular la #excitación de quien observa.
El origen de la pornografía bajo la anterior definición es relativamente reciente, su notoriedad se remonta a principios del siglo XIX, ya que los gráficos y representaciones de desnudos antes de este siglo tenían otra intención, y las sociedades de aquella época lo entendían de una forma diferente.
Hoy por hoy la vía a la pornografía tiene su nicho en el internet, prácticamente cualquier dispositivo con acceso a la web puede ser un medio para consumo de la misma, esto ha ocasionado una utilización descontrolada que beneficia a una industria que ha capitalizado las secuelas victorianas y religiosas de la represión sexual. El vivir en una sociedad marcada por la falta de educación sexual y erótica , y la visión culpígena del ejercicio de la misma, fortalece a la industria de la pornografía otorgando acceso a aquello que aún en muchos sectores no se habla, ni en la familia, ni en la escuela, y a veces ni en las relaciones de pareja; ¿Pero es malo consumirla?, Bien, la respuesta depende de muchos factores, entre ellos la edad de la persona que la consume (La mayoría de edad es indispensable), la motivación para consumirla, el grado de importancia en la vida sexual de la persona, la dependencia que pueda estar desarrollando, y la visión de la misma que puede ser desde verla como una representación de la realidad, o una exageración ficticia, o el uso político para erotizar la #violencia.
Una persona que consume pornografía sin conocimientos básicos de #sexualidad, puede asumir que lo que ve, es una representación de la realidad, y establecer estándares inconscientes a seguir, fomentando una visión distorsionada de la vida sexual y erótica de las personas, así mismo, una persona que encuentra un escape de su realidad en la pornografía, puede terminar enganchada como la persona adicta a alguna droga, ya que se convierte en un medio de evasión, que garantiza una distracción y el uso de un placebo infructuoso y nocivo que únicamente postergará el enfrentar su realidad.
Es importante que principalmente los hombres nos cuestionemos el consumo de porno, ya que la #masculinidad exigida socialmente reproduce por medio del material pornográfico un mandato de control y sometimiento, que termina erotizando la violencia, es decir, se construyen #estereotipos de placer ligados no a sensaciones sexuales, sino a placeres que provienen del control y sometimiento personal y el de otros cuerpos, como un medio de reconocimiento, este placer construido es similar al que se vive en las competencias deportivas, el cual es efímero y radica en vivirse (aunque sea en una fantasía) en lugares de superioridad. Este placer artificial, culmina en la insatisfacción permanente y en la limitación del erotismo en los cuerpos de hombres, ligándolo exclusivamente al contacto fálico o coital, reprimiendo la exploración de las miles de alternativas que otorga una relación sexual basada en planos de igualdad, fuera de todo estereotipo visual.
La recomendación entonces es consultar y acercarte a un proceso psicoterapéutico para comprender en tu persona la complejidad de los impactos que tiene la pornografía, poder entender que el uso responsable y selectivo de la misma puede ser un recurso, un medio para la fantasía, pero no una representación de la realidad.
NOTA IMPORTANTE: Cabe aclarar que existe mucha #violenciasexual gráfica y visual que nunca debe confundirse con pornografía, todo acto en el que se presente daño o sufrimiento, o falta de consentimiento, no es pornografía, es violencia sexual, así mismo las imágenes que incluyen a niños, niñas y adolescentes, NO es correcto llamarla pornografía infantil, el nombre es explotación sexual infantil y por tanto debe denunciarse, es responsabilidad de todas y de todos hacerlo, el promover por acción u omisión este tipo de violencia, es un delito. Actualmente una youtuber en México se encuentra en la cárcel por dicho agravio.
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