Un diario o registro de alimentos es una herramienta que permite obtener información cuantitativa y cualitativa sobre tu dieta. Básicamente consiste en hacer un recuento de los alimentos y bebidas consumidos en un determinado periodo de tiempo. Así podrás valorar la cantidad y calidad de lo que ingieres y con ello mejorar algún aspecto relacionado con tu alimentación.
Valorar tus hábitos dietéticos puede ayudarte a identificar intolerancias alimentarias. Es decir, detectar un alimento o más que te cause o detone un brote de algún malestar gastrointestinal como reflujo, gastritis, distensión abdominal, flatulencias o diarreas. Por ejemplo, suele ser bastante útil en personas que viven con colon irritable y buscan identificar aquellos alimentos que aumentan sus síntomas.
También te permite detectar hábitos que puedan afectar tu salud. Como la cantidad de agua o azúcar que consumes o incluso si te estas alimentando poco o en exceso. Por ejemplo, si algún profesional de la salud te indica que debes consumir más agua, anotar la cantidad que consumes durante el día puede ayudarte tanto a identificar si subestimas o sobreestimas tu ingesta (que es común hacerlo), así como asegurarte de consumir la cantidad objetivo.
Registrar tus ingestas también permite valorar tu apetito. Puede ayudarte a identificar si comes por hambre fisiológica o por otros motivos como el hambre emocional. Por un lado, te ayudaría a valorar si comes en exceso o compulsivamente, y por otro lado identificar emociones o pensamientos asociados a tu alimentación para detectar conductas alimentarias de riesgo.
Si acudes con un nutriólogo, registrar tus alimentos nos es útil para valorar si te alimentas de acuerdo a tus necesidades, identificar conductas que puedan interferir con tus objetivos y corregirte y orientarte al respecto.
Por último, que llevar un diario de alimentación te permitirá ser más consciente de tu alimentación. Es común incluso olvidarnos de lo que comemos durante el día, ya que con el ritmo de vida actual comemos muy rápido y distraídos, y lamentablemente estamos muy desconectados de nuestras sensaciones al comer.
Si te interesa ser más consciente de tu alimentación puedes iniciar con este sencillo formato.
Recuerda que el registro debe llenarse conforme vayas consumiendo los alimentos y no intentar recordar lo consumido al terminar el día, ya que podría haber sesgos de memoria. Podrías omitir alimentos o cantidades y emociones que pueden ser de gran importancia. Registrar tu ingesta va a implicar llevar contigo el diario durante el día, varios días. Si te puede parecer incómodo llevar un papel contigo todo el día, no te preocupes, puedes apoyarte con algún dispositivo móvil.
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