El craving es el impulso repentino o necesidad urgente por volver a consumir que experimenta una persona en tratamiento y rehabilitación.
El craving puede aparecer en diferentes adicciones a sustancias como el tabaco, el alcohol, o drogas; pero también en adicciones comportamentales como la adicción a las compras, la comida, el sexo, al juego. Por ejemplo, para un alcohólico el craving supone unas ganas irrefrenables de beber alcohol; para un heroinómano, el deseo intenso de volver a sentir los efectos de la heroína, para un cocainómano, el ansia por consumir cocaína de nuevo, o para un ludópata, la necesidad imperiosa de jugar.
El craving es uno de los retos a los que se enfrenta el adicto durante su proceso de recuperación y una de las causas más frecuentes de recaída. Es como un resorte que se activa ante determinadas circunstancias o estímulos que despiertan de nuevo en el enfermo un deseo intenso por volver a experimentar la recompensa que el consumo de sustancias o la conducta adictiva le proporciona. Es un momento de lucha interna en el que la persona sufre tanto a nivel físico como mental.
La persona puede perder el control, y hacer lo que sea por volver a consumir y, en definitiva, recaer. Son muchos los pacientes que dicen no saber qué les llevó a recaer. Sin embargo, siempre hay un porqué de fondo y entenderlo es parte del proceso de recuperación. Como veremos, el craving no debe confundirse con el síndrome de abstinencia, porque este impulso puede aparecer tras largos periodos de tiempo, cuando ya se ha superado la abstinencia.
El adicto ha de aprender a detectar, afrontar y ser consciente de que este intenso deseo desaparecerá sin tener que consumir, a pesar del sufrimiento que experimentará durante el proceso.
Tipos de deseo a la droga
El craving puede hacer acto de presencia de forma activa hasta dos años después de la recuperación; aunque es entre el primer mes y el primer año de rehabilitación, cuando más intensidad y frecuencia presenta.
Paul H. Early, doctor especialista en adicciones distingue 4 tipos de deseo en función de la etapa de abstinencia:
· Por uso reforzado: El deseo surge en la etapa de consumo y desaparece al abandonarlo.
·Interoceptivo: El sistema interoceptivo tiene que ver con tu estado interno: con el dolor, las emociones, la toma de decisiones, el hambre, nervios, estrés, empatía, la adicción, la reflexión…Este tipo de craving se refiere a que en el mes posterior a dejar de consumir, el enfermo se enfrenta a diferentes síntomas físicos y pensamientos con los que lidiar.
·Encubierto: Después de dos meses “limpio” surge un falso sentimiento de confianza o autoconvencimiento de que ya no es adicto a la sustancia, al mismo tiempo que está experimentando cierta incomodidad o inquietud.
·Condicionado a estímulos externos e internos: Puede surgir hasta dos años después de la abstinencia. Algunos estímulos o circunstancias internas o externas (un lugar, un momento, una persona que asocia a la época de consumo, sensaciones…) despiertan de nuevo el deseo de consumir.
Causas
El craving surge como respuesta a determinadas situaciones o emociones o a la ausencia de ellas.
· Como respuesta a la abstinencia: Una persona adicta cada vez experimenta menor satisfacción al consumir, sin embargo, un gran malestar al dejar de hacerlo. De esta forma, el craving es el impulso que surge para volver a sentirse bien. Es un refuerzo negativo para aliviar los síntomas de la abstinencia. Cuando el consumo ha sido importante, la interrupción del mismo ha de hacerse de manera controlada.
·Como respuesta a la ausencia de placer: El enfermo quiere mejorar su estado de ánimo y sentirse bien, y el consumo es una manera de lograrlo rápido. En situaciones de aburrimiento, tristeza, o dificultades, el craving aparece como solución para el adicto.
·Como respuesta condicionada a ciertos estímulos: El consumo de sustancias sucede en un contexto determinado: un lugar, una actividad, un grupo de personas… Esto provoca que, a largo plazo, reencontrarse en ciertas situaciones relacionadas con el consumo puede activar de nuevo la necesidad de hacerlo. Por ejemplo, si un alcohólico entra en un bar, es más que probable que el craving haga acto de presencia con intensidad porque el consumo está vinculado a este entorno.
·Como respuesta a deseos hedónicos o búsqueda de placer: Si el consumo está asociado a una experiencia positiva, el craving reaparece al volver a vivir esa situación. Por ejemplo, si está asociado al sexo, a fiesta…
¿En qué se diferencia el craving del síndrome de abstinencia?
El síndrome de abstinencia responde a la necesidad física del adicto de consumir y tiene una duración limitada. Aparece en las primeras 48 horas y se supera pasadas unas cuatro semanas.
Sin embargo, el craving aparece desde el inicio de la rehabilitación y hasta dos años después, activándose en ciertos momentos o ante determinados estímulos o estados emocionales.
¿Cómo manejarlo?
La aparición del craving es inevitable cuando existen trastornos adictivos. La cuestión es saber gestionarlos para evitar la recaída. Existen estrategias y técnicas que pueden ayudar al enfermo a superar estos momentos críticos. De hecho, hablar abiertamente del craving es un buen comienzo para luchar contra él.
Es importante que el enfermo sepa que el craving se pasa. Tiene una duración limitada que va desde unos segundos a minutos, pero pasado el punto álgido y más crítico, la intensidad comienza a disminuir hasta desaparecer.
Ayuda profesional: terapia. Es fundamental concienciar al enfermo de las consecuencias de la recaída, y que tenga herramientas para afrontar el craving.
Estrategias terapéuticas
Registrar y analizar en qué momentos o bajo qué circunstancias aparece el deseo. De esta forma, también podrá prepararse para cuando la situación se repita en el futuro.
Es muy útil realizar autorregistros: ¿Cómo es el craving?, ¿cuánto dura?, ¿qué lo ha podido provocar?, ¿cómo se gestiona?
Con ayuda profesional se aprenden métodos de control para evitar ciertas situaciones o estímulos que inciten al consumo; detención del pensamiento, buscar actividades alternativas que desvíen la atención del enfermo, ejercicios de relajación, cambio de hábitos, técnicas de imaginación…
Uso de fármacos
En la actualidad, existen diferentes medicamentos para controlar y reducir la intensidad del craving, siempre pautado y bajo la supervisión de un profesional médico.
Lo recomendable es combinar la toma de estos medicamentos con las terapias cognitivas mencionadas.
El craving es un deseo intenso por consumir de nuevo la sustancia o reincidir en la conducta a la que es adicto. Es un impulso habitual en el proceso de rehabilitación, por lo que no es una señal de fracaso, sino parte del proceso y de la lucha. Si trabajamos para detectar estos momentos críticos y el enfermo cuenta con herramientas para afrontarlo, se podrá prevenir y evitar la recaída, y así continuar con su rehabilitación.
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