“¿Por qué me cuesta poner límites si sé que me hacen daño?
- psicologo1tp
- hace 6 horas
- 3 Min. de lectura
Poner límites no debería ser tan difícil. Y, sin embargo, para muchas personas, hacerlo se siente como algo totalmente imposible. A veces, incluso cuando sabemos que algo nos está lastimando, seguimos callando, cediendo, y aguantando. Pero, te has preguntado ¿Por qué?

En este artículo no se busca juzgar a nadie. Al contrario, quiero ayudarte a comprender con compasión lo que puede estar ocurriendo dentro de ti cuando se te hace tan difícil decir “no” o pedir lo que necesitas.

Y vamos a empezar por algo que es muy usual en la mayoría de las personas; se aprendió en algún momento del desarrollo que poner límites es egoísta o “malo”.
Desde la infancia, muchas personas han recibido mensajes como:
• “No contestes así.”
• “Sé buen@.”
• “No hagas enojar a tu papá.”
• “Tienes que compartir.”
Poco a poco, estos mensajes nos enseñan que poner límites, expresar lo que no queremos, lo que necesitamos, o lo que sentimos, es una forma de desobedecer o fallarle a los demás. Así que seguramente aprendiste a asociar límites con culpa.
Y esto es solo el comienzo, también puede costarte poner límites por miedo a perder un vínculo. Para algunas personas, poner un límite significa arriesgar una relación. Puede activarse el miedo al abandono: “Si le digo que no, se va a alejar”, “Si le marco un límite, va a pensar que ya no me importa”. Entonces, con tal de no romper el lazo, terminas rompiéndote a ti mism@.
Este miedo suele tener raíces profundas: muchas veces proviene de relaciones tempranas en las que tu amor estaba condicionado a tu obediencia o disponibilidad.

Si bien, nadie nos enseña a poner límites de forma sana. A veces, confundimos límites con gritos, confrontación o dureza, incluso con violencia. Entonces, al no saber cómo hacerlo, preferimos no hacerlo. Poner límites no significa ser agresivos, ni dejar de amar al otro. Significa incluirte a ti también en la ecuación. Un buen límite es un acto de autocuidado, no de rechazo. Y algo que le comparto a mis consultantes es que los límites son parte de su autoestima. Es por eso que si te está siendo complicado poner límites, existe la posibilidad de que tu autoestima haya sido lastimada.
Cuando no reconoces tu propio valor, es más fácil priorizar el bienestar de otros por encima del tuyo. Puedes pensar que exageras o que no es importante lo que estás necesitando. Una autoestima herida convierte el límite en una amenaza.

Y poner límites es un proceso complejo a la hora de romper con todo lo que ya te he mencionado, sin embargo, si quieres trabajar en ello, es un proceso que poco a Poco podrías ir construyendo. A continuación te dejo algunos puntos clave para poder empezar a construir límites saludables:
• Valida tus emociones. Si algo te incomoda o te duele, es válido. No necesitas justificarlo para merecer un límite.
• Hazlo desde la calma. No esperes a estar explotando de enojo. Practica poner límites desde la claridad, no desde la rabia.
• Empieza por lo pequeño. A veces el primer paso no es decirle no a alguien más, sino decirte sí a ti mism@. Y si te cuesta decir que no, un tip que les comparto es que hables de tu necesidad. Por ejemplo: si alguien te pide acompañarle a algún lado en lugar de decir ese “no” que te cuesta tanto trabajo, podrías reemplazarlo por “estoy cansad@, prefiero quedarme en casa o si gustas podemos ir más tarde”.
• Recuerda que el otro puede molestarse… y aún así, tu límite sigue siendo válido.
• Busca apoyo terapéutico si te sientes bloquead@. Detrás de la dificultad para poner límites suele haber heridas emocionales que merecen ser atendidas con amor y acompañamiento. Entrega las que encontramos principalmente las del miedo al abandono o al rechazo.

Si te cuesta poner límites, no es porque algo esté mal contigo. Es porque probablemente aprendiste a sobrevivir adaptándote, callando o complaciendo. Y hoy, desde la búsqueda de tu bienestar, puedes empezar a aprender algo nuevo: que cuidarte no es egoísmo, es responsabilidad emocional.

Si quieres una cita con la psicóloga Adela Pérez puedes escribirnos haciendo click en este enlace:
Recuerda que trabaja con consultas en línea a cualquier país de habla hispana.
984-804-5907
Comments