¿Reaccionas o respondes? “La clave para mejorar tus relaciones"
- psicologo1tp
- hace 1 día
- 2 Min. de lectura
Las relaciones interpersonales pueden tornarse complejas y en el día a día, puedes enfrentarte a situaciones con los demás que te generen malestar. Estas situaciones pueden ir desde un comentario o una crítica hasta un conflicto más profundo. Y entonces surge la pregunta ¿en esos casos, reaccionas o respondes?

Empecemos por reconocer una diferencia importante; ya que muchas veces normalizamos nuestras reacciones como si fueran respuestas conscientes. Sin embargo, no lo son. A continuación te comparto a qué se refiere cada una de estas acciones:

Reaccionar, es algo impulsivo y automático; en muchas ocasiones es tu Yo niño quien toma el control desde la herida, el miedo o la ira. Es el típico: “No piensas antes de actuar”. La reacción nace desde el impulso, y el dolor no resuelto, se manifiesta sin filtro, y muchas veces viene acompañada de culpa o arrepentimiento. Frecuentemente genera una sensación de haber perdido el control y puede afectar los vínculos a largo plazo.
En cambio responder implica otro proceso, requiere una pausa, conectar con la respiración y el pensamiento consciente. Es “darte cuenta antes de actuar”. Nace desde la calma y la responsabilidad emocional, lo que te permite actuar con coherencia y serenidad.

Y te preguntarás de dónde surgen estas formas de actuar, pues a continuación te comparto el origen; además de surgir del funcionamiento neurológico, nuestras formas de reaccionar o responder están relacionadas con nuestra historia de vida.
En la Infancia y experiencias tempranas te encontrarás con la forma en la que aprendiste a lidiar con las emociones como la ira, miedo y tristeza. Está comprobado y claro que si creciste en un entorno donde había gritos, castigos o silencios, es más probable que la respuesta sea reaccionar por protección. Sin embargo, si te enseñaron con empatía, hubo validación y contención emocional, sin duda, aprendiste a responder.
1. Para aprender a responder y no reaccionar, es importante aprender sobre autorregulación emocional. Tomar esas pausas de las que te hablaba anteriormente, pensar, respirar y romper con el posible patrón automático de reacción.
2. Y por último y muy significativo, es importante que indagues en la raíz de posibles heridas emocionales, detectarlas ayuda mucho a hacer consciente la acción que tomaras y poder dirigirte a transformarlo.

“Transformar una reacción en una respuesta no solo mejora tus relaciones; te acerca a la consciencia y a tu mejor versión”.

Si quieres una cita con la psicóloga Adela Pérez puedes escribirnos haciendo click en este enlace:
Recuerda que trabaja con consultas en línea a cualquier país de habla hispana.
984-804-5907
Comments